NOCIÓN DE SISTEMAS
1-. La cibernética.
Es una ciencia
interdisciplinaria que trata de los sistemas de comunicación y control en los
organismos vivos, las máquinas y las organizaciones; surge entre la ingeniería,
la biología, la matemática y la lógica, estudiando todo ente que se comporte
como un ser viviente. El término cibernética, que proviene del griego
kyberneees ("timonel" o "gobernador"), fue aplicado por
primera vez en 1948 por el matemático estadounidense Norbert Wiener a la teoría
de los mecanismos de control. La cibernética se desarrolló como investigación de
las técnicas por
las cuales la información se
transforma en la actuación deseada. Esta ciencia surgió de los problemas planteados
durante la II Guerra Mundial al
desarrollar los denominados cerebros electrónicos y los mecanismos de control
automático para los equipos militares como los visores de bombardeo.
Dentro del
campo de la cibernética se incluyen las grandes máquinas calculadoras y
toda clase de
mecanismos o procesos de
autocontrol semejantes a las máquinas que imitan la vida. La cibernética
también se aplica al estudio de la psicología, la inteligencia artificial,
los servomecanismos, la economía,
la neurofisiología, la ingeniería de sistemas y al de los sistemas sociales.
2-. Dinámica de sistemas.
La Dinámica de
Sistemas es una metodología para la construcción de modelos de simulación para
sistemas complejos, como los que son estudiados por las ciencias sociales, la
economía o la ecología. La Dinámica de Sistemas aplica métodos de sistemas
duros, básicamente las ideas de realimentación y sistema dinámico, junto con la
teoría de modelos en el espacio de estados y procedimientos de análisis
numérico. Por tanto, sería una metodología más entre las de sistemas duros. Sin
embargo, en su punto de mira están los problemas no estructurados (blandos),
como los que aparecen en los sistemas socioeconómicos. Esto plantea dos tipos
de dificultades:
Ø Cuantificación: en Dinámica de Sistemas se comienza
por identificar las variables de interés y las relaciones que ligan entre sí a estas
variables. A continuación, es imprescindible cuantificar dichas relaciones, lo
que en ocasiones plantea dificultades insalvables.
Ø Validación: una vez construido el modelo hay que
preguntarse si refleja razonablemente la realidad. Esta cuestión puede
resolverse por ejemplo en caso de que se disponga de informaciones
cuantitativas de la evolución del sistema real en el pasado. Si el modelo es capaz
de generar los comportamientos característicos del sistema real, denominados
{\em modos de referencia}, entonces obtendremos una cierta confianza en la
validez del modelo.
En Dinámica de
Sistemas la simulación permite obtener trayectorias para las variables
incluidas en cualquier modelo mediante la aplicación de técnicas de integración numérica. Sin embargo, estas trayectorias nunca se
interpretan como predicciones, sino como proyecciones o tendencias. El objeto
de los modelos de Dinámica de Sistemas es, como ocurre en todas las
metodologías de sistemas blandos, llegar a comprender cómo la estructura del sistema es responsable de su comportamiento. Esta comprensión
normalmente debe generar un marco favorable para la determinación de las acciones que puedan
mejorar el funcionamiento del sistema o resolver los problemas observados.
La ventaja de la
Dinámica de Sistemas consiste en que estas acciones pueden ser simuladas a bajo
coste, con lo que es posible valorar sus resultados sin necesidad de ponerlas
en práctica sobre el sistema real. Al hablar de dinámica de un sistema nos
referimos a que las distintas variables que podemos asociar a sus partes sufren
cambios a lo largo del tiempo, como
consecuencia de las interacciones que se producen en ellas. Su comportamiento
vendrá dado por el conjunto de trayectorias de todas las variables, que
suministra algo así como una narración de lo acaecido en el sistema.
3-. Alcance de estas áreas.
v Complejidad de un
Sistema.
La complejidad de
un sistema se precisa como una propiedad íntima de los artefactos y no toma en
cuenta la percepción del observador externo. La complejidad de un sistema está en función
del número, variedad e interacciones de sus elementos, aunque para nosotros, las interacciones que se dan
entre los elementos de un sistema dependen no sólo de su cantidad sino también
de su calidad. Es decir, un elemento dado de un sistema puede o no tener
relación con todos los otros elementos del sistema con diferentes grados de
calidad. Para describir un sistema complejo hace falta no solo conocer
el funcionamiento de las partes sino conocer como se relacionan entre sí.
4-. Rasgos característicos de un sistema.
Ø Sistemas Abiertos.
El sistema abierto
es un conjunto de partes en interacción constituyendo un todo sinérgico,
orientado hacia determinados propósitos y en permanente relación de
interdependencia con el ambiente externo. Presentan un intercambio con el ambiente, a
través de entradas y salidas. Son adaptativos para sobrevivir. Su estructura es
óptima cuando el conjunto de elementos del sistema se organiza, aproximándose a
una operación adaptativa. La adaptabilidad es un continuo proceso de aprendizaje y de auto-organización.
Sistemas Cerrados.
Son aquellos que
no tienen medio ambiente, es decir, no hay sistemas externos que lo violen, por
lo mismo un sistema cerrado no es medio ambiente de ningún otro sistema. No presentan intercambio con
el medio ambiente que los rodea, son herméticos a cualquier influencia
ambiental. No reciben ningún recurso externo y nada producen que sea enviado
hacia fuera. En rigor, se dice que no existen sistemas cerrados. Se da el
nombre de sistema cerrado a aquellos sistemas cuyo comportamiento es
determinístico y programado y que opera con muy pequeño intercambio de energía
y materia con el ambiente. Se aplica el término a los sistemas completamente
estructurados, donde los elementos y relaciones se combinan de una manera
peculiar y rígida produciendo una salida invariable, como las máquinas.
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